RESUMEN: Érase una vez un viento marinero sin apenas fuerzas. Inflaba las velas blancas y juqaba con la jarcias de la nave. De pronto, el llanto de un recién nacido quebró la calma y todos se agolparon frente a un grupo de mujeres. En la borda, Guiacomo Colón, angustiado y temeroso, preguntaba qué había sido, hombre o mujer. Colón estaba furioso, porque no podía conebir que el pirata Drago pudiera albelgar tanta maldad en su coracón. Sería capaz de sacrificar a su amada Urpy si no le decía dónde se encontraba el tesoro. Una tarde de primavera, la galera llegó a las playas de Portugal, Orak y los vikingos se despidieron de Cristóbal. "Hasta pronto, mi grumete valiennte" le dijo Orak dando un fuerte abrazo a Cristóbal.
RESUMEN:
ResponderEliminarÉrase una vez un viento marinero sin apenas fuerzas. Inflaba las velas blancas y juqaba con la jarcias de la nave. De pronto, el llanto de un recién nacido quebró la calma y todos se agolparon frente a un grupo de mujeres. En la borda, Guiacomo Colón, angustiado y temeroso, preguntaba qué había sido, hombre o mujer. Colón estaba furioso, porque no podía conebir que el pirata Drago pudiera albelgar tanta maldad en su coracón. Sería capaz de sacrificar a su amada Urpy si no le decía dónde se encontraba el tesoro. Una tarde de primavera, la galera llegó a las playas de Portugal, Orak y los vikingos se despidieron de Cristóbal. "Hasta pronto, mi grumete valiennte" le dijo Orak dando un fuerte abrazo a Cristóbal.